LAS CIENCIAS SOCIALES

 

LA POBLACION Y EL ENFOQUE SOCIAL DE LOS POLITICOS.

“Para fines de los 90’ Sierra Leona fue, de acuerdo a la ONU, el país más pobre de la Tierra. Para detener la masacre y aliviar el sufrimiento, la ONU, después de varios falsos comienzos, intervino en 2000. Sankoh fue capturado por una exaltada turba, después de que ella fue disparada por sus guardaespaldas. Él fue posteriormente encausado por una corte internacional por crímenes contra la humanidad. Mientras, en prisión él perdió su cordura, luego tuvo un ataque cardiaco y murió por embolia pulmonar, dejando a su empobrecido país y a su mutilada ciudadanía finalmente en paz. Tristemente, la moraleja de esta historia –que los malos líderes causan mucha infelicidad, es muy común. (...) El liderazgo es el más importante problema en las ciencias sociales. (Hogan, 2006: 32-33)

¡QUE DESGRACIA, NUESTRO PAIS TIENE 19 PRECANDIDATOS! [AÑO 2020] Tenemos una grave crisis de líderes, ya las organizaciones políticas no tienen de dónde escoger. Pienso que hemos perdido la cordura [ALIENACION - ENAJENACION- CARL MARX], por cansancio, debido a la crisis de moralidad en los políticos que han ostentado el poder en el País. La corrupción lo ha demostrado. Porque seguramente los que están en las listas de candidatos no representan a nadie, recuerden revisar los resultados electorales próximos, no se olviden.

¿Así es la democracia, en un estado constitucional de derechos, justicia social y democrático?

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Marx se formó como filósofo, debatió con los neohegelianos y optó por investigar con un interés político acerca de los fundamentos de una ciencia social, la historia material surgida de la crítica de la economía política del capitalismo. Es claro que no se propuso simplemente una respuesta a la filosofía alemana de su tiempo, sino un desarrollo crítico del basamento económico-político del capitalismo que denominó el materialismo histórico. También es claro que no presentó un desarrollo pormenorizado, de talante filosófico, de su propia versión de la dialéctica. Pacheco (1983) expresa: Las concepciones y problemas de interpretación que genera el Materialismo Histórico […] principalmente en aquello que involucra una concepción de “filosofía de la historia”, representado también por el materialismo dialéctico, ofrece una primera dificultad al no encontrarse propiamente sistematizado en la obra de Marx. (p. 35) El materialismo dialéctico, denominado por algunos como Diamat (Botero, 1996), podría considerarse una interpretación de Engels (mucho menos hábil en los fondos filosóficos de reflexión) para defender las argumentaciones marxistas de las descalificaciones reaccionarias de su tiempo. Efectuada la transformación de la crítica marxista en doctrina autoritaria soviética, constituiría el saber dogmático y oficial de algunos partidos comunistas, preocupados por controlar cualquier brote metafísico, religioso y burgués, de las mentes populares recién emancipadas. A propósito, Desanti (1975) señala: Esos textos poéticos pero aberrantes de la Dialéctica de la naturaleza en los que celebrando la eternidad de la materia en movimiento él propone en el ciclo eterno de nacimiento y muerte la perspectiva consoladora de una eterna y cíclica reproducción del espíritu pensante. (p. 81) En esta acepción, la naturaleza es toda la realidad. Lo concreto, lo empírico, los datos de la experiencia evolucionan dialécticamente, ellos solos, sin necesidades de la intervención humana, sin requerir la interpelación de la teoría como formulación creativa e imperfecta de una conciencia. Las elaboraciones mentales, que aquí no podemos llamar “teoría”, pues la teoría avanza con el avance de la práctica, son las famosas Leyes de la dialéctica. Engels en el Anti-Düring enunciará como leyes generales del movimiento y evolución de la naturaleza: “ley de la transformación de la cantidad en cualidad, y viceversa, la de la contradicción en el desarrollo e interrelación, y la negación de la negación” (Engels, 2014). En estas leyes está implícita la concepción de que el cosmos posee una regularidad total y absoluta. El pensamiento humano solo tiene que aplicar las leyes y anticipar los resultados del movimiento natural. El hombre es considerado, no opuesto dialécticamente a la naturaleza, sino incluido dentro de ella, como una organización superior de la materia. Los campos del saber se reformulan adelgazándose su espesor categorial, comprensivo y crítico: la ciencia se ocupa de lo material al tiempo que se suprime la filosofía por ser ideología del capitalismo y la religión porque “Es el opio del pueblo” (Marx, 1968[1844], p. 7).

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La obra de Karl Marx y las ciencias sociales

30 agosto, 2022

Francisco Fernández Buey

 

1. Seguramente la más acertada caracterización de la obra de Marx en su conjunto es la que hiciera el filósofo italiano Antonio Labriola. Esta caracterización, recogida y ampliada luego por Antoni Gramsci y por Karl Korsch, viene a decir que el pensamiento de Marx compone e interrelaciona tres elementos.

En primer lugar, un filosofar voluntariamente asistemático, polémico, de raíz humanista y materialista, que en gran medida, significa una ruptura con los sistemas filosóficos ilustrados y románticos. Un filosofar, por tanto, que se quiere crítico. Pero crítico no solo de la especulación sin base empírica, sino también de las ideologías (Ideología es, en la acepción peyorativa de Marx, falsa consciencia).

En segundo lugar, un análisis económico, sociológico e histórico del modo de producir bajo el capitalismo así como de algunos rasgos sustanciales de las principales formas de vida que dominan en este sistema. Desde el punto de vista metodológico este análisis supone una concepción global de los conocimientos muy alejada de la tradicional separación de los conocimiento en compartimentos estancos. Por su sustancia, dicho análisis pone el acento en el concepto de trabajo, desvela el mecanismo de la explotación específica bajo el capitalismo y subraya el carácter alienador para el hombre del trabajo asalariado.

Finalmente, en tercer lugar, una teoría de la revolución cuyo objeto es estimar los factores objetivos y subjetivos que juegan a favor del paso desde la sociedad capitalista a una sociedad comunista. Esta teoría se orienta por una elección de valores entre los cuales los principales son: la emancipación del género humano, la igualdad social y el desarrollo omnilateral de las capacidades sentimentales y racionales del ser humano.

Estos tres elementos son en la obra de Karl Marx inseparables. Por encima de la consideración de que en unos u otros momentos de su vida primara más el filosofar, el análisis económico-sicológico-histórico o la dedicación a la actividad práctica revolucionaria, destaca el hecho de que los tres elementos mentados están presentes ya en los escritos del período de 1844-1848 y reaparecen –como es natural, desarrollados, modificados y en algún caso corregidos– en los últimos años de vida de Marx. No hay, por consiguiente, ninguna ruptura sustancial en su obra. Hay la maduración que es consecuencia habitual del estudio particularizado de fenómenos socioeconómicos nuevos, específicos, y de las experiencias políticas –muchas inesperadas– con que el hombre se encuentra.

La originalidad y el carácter autónomo del pensamiento marxiano, lo que le diferencia de análisis económicos o sociológicos, de filosofías y de teorizaciones políticas anteriores, es precisamente esta inclinación a la síntesis, esta inseparabilidad. A ella suele aludirse con la palabra «método». Método tiene en Marx un sentido bastante más general que el que se ha hecho habitual en la literatura metodológica y en la literatura científica de las últimas décadas de este siglo. Pero, en cualquier caso, su metódica o concepción general del método, lo que él llamaba «dialéctica crítica y revolucionaria», es, efectivamente, el factor que hace de argamasa entre filosofar, análisis científico propiamente dicho y teoría de la revolución.

 

2. El uso por Marx del término dialéctica ha dado lugar a muchos equívocos entre los marxismos surgidos a la muerte de aquel. Hay que decir, para no caer en tales equívocos, que la dialéctica de Marx no es una lógica contrapuesta a la lógica formal con leyes y principios también distintos y contrapuestos a los de la lógica formal; ni es una ciencia en sentido sustantivo y propio; ni es exposición reduplicativa de conocimientos adquiridos mediante las ciencias positivas; ni es explicación de realidades mediante la fórmula sacramental de tesis, antítesis y síntesis; ni es tampoco el método definitivamente hallado que pueda ser utilizado para desvelar todos los secretos de la realidad social y natural; ni es, finalmente, la consciencia que los científicos de la naturaleza y de la sociedad puedan tener del trabajo que realizan.

 

Algunos de esos equívocos tienen su origen en vulgarizaciones de la obra de Marx; otros se deben a imprecisiones o fórmulas ambiguas del propio Marx y también de Engels. Hay varias razones que explican lo que desde el punto de vista de la filosofía de la ciencia y de la metodología contemporánea son imprecisiones o ambigüedades de Marx en el uso de los términos método y dialéctica. Lo más substancial es que Marx adoptó el instrumental metodológico que en su época –esto es, en una época de surgimiento de las ciencias sociales parcialmente dominada por un positivismo chato– le parecía más adecuado, a saber el método hegeliano. Es una ingenuidad rasgarse las vestiduras cien años después por el hecho de que semejante opción metodológica de Marx le condujera en no pocos lugares a la utilización de metáforas que no son rigurosamente científicas. Nadie se alarma por el hecho de que Galileo Galilei, en otro momento clave de la historia de las ciencias, utilizara sugestiones literarias varias para convencer acerca de sus hipótesis a partidarios y adversarios. Se toma nota de ello, se subraya la complejidad del plano psicológico en los descubrimientos científicos y se sigue adelante.

Esto mismo es lo que hay que hacer al referirse a Marx. En los albores de las ciencias sociales, como en el momento del surgimiento de las ciencias de la naturaleza, el análisis propiamente dicho está entreverado de sugestivas metáforas. En este caso las metáforas las pone Hegel. Eso es todo.

../ [ y continua diciendo mas adelante]  - Segundo: cuando se analiza el fenómeno de la alienación en nuestro mundo contemporáneo movido en gran parte por la tecnociencia, la automatización y robotización, el sociólogo de hoy tiene que hacer crecido en un humus de mucho antimarxismo para –si se me permite decirlo así– no revisitar los lugares marxianos en que se reflexiona preocupadamente acerca de la pura ciencia que acaba dando en ignorancia o sobre «todos nuestros inventos y todo nuestro progreso que parecen desembocar en la dotación de las fuerzas materiales con vida espiritual y la conversión de la vida en estúpida fuerza material». Una prognosis que los niños de hoy conocen bien: ellos saben, en efecto, hasta qué punto en casi todo lo que la industria cinematográfica y la televisión les ofrece la espiritualidad y la sensibilidad se ha trasladado a los robots. ¿Tal vez porque la robótica tiene ya sus leyes mientras que la razón burguesa parece no lograr ir más allá del «todo vale»?

Tercero: cuando se observa la forma en que actualmente se oponen en nuestro mundo el utopismo tecnocrático enamorado de la civilización expansiva «por naturaleza», con sus ofertas para establecer colonias de terrícolas en el cosmos en los próximos tiempos, y el romanticismo añorante de viejas sociedades y naturalezas intactas, resulta igualmente difícil sustraerse al elogioso reconocimiento de quien anticipó eso: «Tan ridículo como ansiar nostálgicamente aquella plenitud originaria es creer que hay que quedarse en este total vaciamiento. La visión burguesa no ha ido nunca más allá de la oposición a aquella otra visión romántica, y por eso ésta la acompañará, justificado contrario, hasta que descanse en paz.»

 

No creo que ahora haya que presentar excusas por las citas y las visitas a los lugares del clásico. Al menos en un país como este que tiene paralizada (¿abandonada?) la única edición de las Obras de Marx y de Engels que se emprendió con rigor mientras se sigue escribiendo y hablando sobre Marx unas veces de oídas y otras de leídas apresuradas de manuales al uso.

 

https://espai-marx.net/?p=12363

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La interacción entre teoría y práctica en Marx [ Los aportes de Karl Marx a la ciencia social (a 200 años de su nacimiento) ], su practica, hace que se vincule de manera directa con la dialéctica. Como se explica en este análisis, Marx justifica su practica, su empirismo con la tesis N° 11, sobre Feuerbach,  y desemboca en lo que el denomina «dialéctica crítica y revolucionaria". Al Investigar con un interés político acerca de los fundamentos de una ciencia social. Marx no se formo académicamente como filosofo, el se autoformo.

" .../ sus intereses abarcan un amplio espectro: de la Filosofía a la Historia. De hecho, para Marx la ciencia social resulta ser una disciplina única que subsume a las distintas “subciencias” sociales: la Filosofía aporta las bases ontológicas (en su caso, materialistas) y epistemológicas (dialéctica) que guían el estudio de la Historia (pasada y presente) de la humanidad a partir del análisis de la interdependencia de las distintas dimensiones del proceso de reproducción de las sociedades: la social, la política y la económica. En este sentido, los aportes de Marx como científico social en el campo de la Filosofía, la Historia, la Sociología, la Ciencia Política y la Economía Política deben evaluarse siempre 

como elementos, con muy desiguales grados de avance y desarrollo, de un todo inacabado en proceso continuo de construcción como discurso científico.      \..

".../  Marx propone un enfoque materialista en el que el objeto de estudio de la ciencia es la naturaleza en su conjunto. El ser humano es parte integrante de la naturaleza, como cualquier otro ser vivo. Sin embargo, se diferencia del resto de seres vivos en general y del resto de los animales en particular porque en su evolución logró desarrollar una racionalidad específica que le permite a su mente no sólo generar abstracciones a partir de las percepciones de su entorno, sino imaginar cosas y relaciones no-existentes. En un enfoque materialista, los resultados del pensamiento humano (abstracciones e imaginaciones) no son el punto de partida de las explicaciones científicas; al contrario, deben ser explicados en la interacción del ser humano con la naturaleza.  \...

".../   Según la propuesta de Marx sobre el contenido del materialismo dialéctico, lo concreto (no-explicado), entendido como la totalidad de relaciones, no dilucidadas, y la totalidad de los elementos, no especificados, que conforman el objeto de estudio, es establecido como el “caótico” punto de partida de toda investigación. El resultado de un recurrente proceso de análisis que busca detectar, simultánea y alternadamente por vía de la inducción y la deducción, los elementos constitutivos esenciales de los fenómenos es el pasaje de lo “concreto” (no explicado) a lo “abstracto”, como el conjunto de las determinaciones generales y más simples de la realidad estudiada.  \...

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ESTO SIGNIFICA QUE MARX LE DIO VIDA UTIL A LOS METODOS CIENTIFICOS, LA OBSERVACION,  EL ANALISIS, LA SINTESIS, INDUCTIVO, DEDUCTIVO, DIALECTICO. Para ir desde lo concreto [particular] a lo abstracto [general]. Lo que da cuenta de su cientificidad. 

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